6 jul 2010

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Ninguna relacción humana contempla la posibilidad de que uno se encuentre en posesión de otro. En cualquier pareja de almas, las dos son absolutamente diversas. Tanto en la amistad como en el amor, ambas, codo con codo, levantan las manos juntas para encontrar aquello que ninguna de las dos puede alcanzar por si sola.

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